VISITAR FRANKFURT por primera vez
8/28/2013 08:39:00 a. m.
Llegas a Frankfurt por primera vez cargada de prejuicios: que no es la más bonita, que no tiene el encanto de las típicas ciudades bávaras, que es comercial, que sólo se dedican a trabajar, y sin embargo , no me costó mucho encontrarle su encanto, su particularidad, y por qué no, su belleza.
Frankfurt es una ciudad que se ha reinventado, que ha encontrado su estilo propio, y que pasó por alto la idea de volver a copiarse a sí misma como era antes de la Guerra, y prefirió construir su modernidad. Poco fue rehecho copiando lo que era. De ello, lo más destacado es la encantadora plaza Römerberg, que hoy además es un símbolo, una foto para las postales y para el Facebook.
Quedan pocos vestigios de antes de la tragedia del Siglo XX, casi toda la ciudad medieval fue destrozada, particularmente en los demoledores bombardeos de 1944, pero ahí quedan como señal y símbolo del pasado. Ahora lo que hay es mucho edificio acristalado que intenta acariciar el cielo, y en su conjunto y a la distancia se abrazan casi como queriendo olvidar lo que allí hubo. Así es que se presume de Skyline, tanto que en casi todas las excursiones los conductores te llevan y te avisan de los mejores puntos para divisar las siluetas altas y esbeltas, y que con agudo desparpajo rompen la estética del pasado.
Quedan pocos vestigios de antes de la tragedia del Siglo XX, casi toda la ciudad medieval fue destrozada, particularmente en los demoledores bombardeos de 1944, pero ahí quedan como señal y símbolo del pasado. Ahora lo que hay es mucho edificio acristalado que intenta acariciar el cielo, y en su conjunto y a la distancia se abrazan casi como queriendo olvidar lo que allí hubo. Así es que se presume de Skyline, tanto que en casi todas las excursiones los conductores te llevan y te avisan de los mejores puntos para divisar las siluetas altas y esbeltas, y que con agudo desparpajo rompen la estética del pasado.
Asi es que comenzar a caminar por la capital financiera de Alemania, es tropezar con contrastes estéticos, que al principio chocan, pero luego vas armonizando cuando vas conociendo de qué trata la vida de esta ciudad. Por empezar Frankfurt es la sede del Banco Central Europeo que se esparece por varios edificios y prepara uno nuevo al borde del río en lo que fue el antiguo mercado central. A la vez, y por ésto, tiene en la plaza de Willy Brand un "monumento" al euro y en los tiempos que corren no sabemos si es o será la caricatura de una época. A la vez tienen su sede en esta ciudad el CommerzBank, el Deutsche Bank, el Deutsche Bundesbank, y la importante Bolsa de Comercio Alemana. En esta zona se maneja y administra el euro y se realizan las más decisivas operaciones financieras de europa.
Esto da mucho carácter , y se nota, como también lo da su Feria, la Franfurter Messe, instalada en el medio de la ciudad , lo que evidentemente indica que ésta es una ciudad expositiva y muy comercial. Frankfurt lleva en su sangre esto de mostrar y vender , ya que desde el 1200 se desarrollaban en el Römerberg grandes mercados y ferias europeas. En la feria actualmente se llevan a cabo las ferias más importantes de Europa, y algunas del mundo, como la Feria del Libro, y la dimensión de lo que esto significa para la ciudad no se tiene sino se visita el área que ocupa en la ciudad.
Vale la pena acercarse a este espacio, no sólo para entender de lo que estoy hablando, sino también para apreciar la espectacular escultura ubicada enfrente a la MesseTurm (Torre de la Feria), que es un imponente hombre de hierro de 23 metros de altura y 32 toneladas, llamado Hammering, que en su movimiento simboliza el trabajo, los trabajadores, y la solidaridad. Forma parte de una curiosa colección de obras del artista americano Jonathan Borofsky, y que ha diseminado por varias ciudades del mundo.
También me llamó la atención otra escultura urbana que ví apenas llegué, y que enseguida me advirtió del caracter de la ciudad:
Aunque visité la ciudad en agosto, con una insólita ola de calor que nos llevó a los 38º, no pude ver su ritmo frenético, ni sus "rush hours" , pero sí pude experimentar algunos detalles curiosos de estas ciudades del norte de Europa que no están preparadas para el calor. Salvo en el tranvía y en el hotel, he visto que los aires acondicionados para dar frío casi no funcionan, también me costó mucho encontrar agua o bebidas frías, y te miran con cara rara cuando pides hielo para ellas. En los museos que visité realmente pasé mucho calor.
Este relato de aproximación a Frankfurt no estaría completo sino le dedicara un espacio al río Main que no sólo la nombra , o la completa en su toponimia, sino que además configura la ciudad de un lado y del otro. Y como lo he visto en verano, y además como he dicho hacía mucho calor, el agua y ese flujo tan fuerte que lleva, daba un toque de aire fresco a una ciudad que no le pega sentir calor. En efecto los humanos tendemos al agua para refrescarnos y para serenarnos, y los "FrankfurterS" (¿se dirá así?) cuando cae el sol, o algunos antes, van a sentarse en su orilla con su cerveza, o con sus mantelitos y sus picnic. Particularmente bella es la imagen desde la Museumsufer (le dedicaremos un post especial) donde puedes apreciar la silueta de la ciudad más interesante ya que incluye el Skyline y a tu derecha la Catedral con el puente de hierro.
Hemos podido movernos por la ciudad con la conveniente y comodísima Frankfurt Card, que en definidas cuentas, es una tarjeta que facilita la movilidad en medios de transporte, desde el tren que te trae del aeropuerto a la estación central, y que mi compañera bloguera Judith en su blog Traveling Dijuca explica tan bien: Frankfurt Card
Qué hacer y qué ver es tanto, que le dedicaremos los próximos posts del Blog
Y para alojarte, te recomiendo fervientemente, mi Design Hotel, un tres estrellas con servicio de cuatro, que puedes conocer en mi post Bliss Hotel .
1 comentarios
Me encanta Frankfurt, ya estoy viendo hoteles para alojarme en Frankfurt.
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