La Sorprendente Ragusa
7/07/2015 10:00:00 a. m.
La primera vez que fui a Ragusa no tenía el blog, y viajaba de un modo en el que me encanta viajar: sin saber nada de los lugares a dónde voy. Cuando no te informas , te sorprendes más de lo que ves. Y en efecto, Ragusa, situada en los Montes Ibleos, es una de las tres ciudades más bellas e interesantes de Sicilia.
Cuando llegué no sabía que era la capital del Barroco Siciliano, que tenía una configuración maravillosa en un énclave que impacta a la vista, y luego , ese raro encanto del "degrado controlado", es decir ese descuido siciliano para tratar el espacio público, que en esta ciudad , sin embargo, es amable, pintoresco y bello.
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| Ibla desde el Casco Antiguo |
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| Con la vista de Ragusa Ibla |
Por supuesto, y afortunadamente, no puedes llegar allí con el coche, y tienes que subir andando, generalmente por il Corso XXV Aprile, una calle encantadora, en cuesta, llena de negocios pequeños , creativos, que ofertan tanto delicatessen de la región como la divina cerámica hecha más bien en la vecina Caltanissetta.
Ésta, mi tercera vez, en este sugerente ángulo sureste de Sicilia, llegamos casi de noche, nunca la había visto con esa luz, y fuimos directamente a uno de los lugares más atractivos para contentar los paladares golosos como el mío. Sobre el margen derecho, mirando al Duomo, se encuentra un local pequeñito, llamado GELATTI DI VINI, que juega provebialmente con su nombre "helados Divinos" y "de Vinos", que tiene 3 sabores inspirados en los caldos de la región, y por supuesto, el de Chocolate al pepperoncino, una especialidad de Módica, de la que hablaremos en un siguiente post.
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| Interior de la Catedral de San Giovanni |
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Nunca había visto el Duomo iluminado, un duomo que domina la plaza, con una fachada esplendorosa , obra maestra de Rosario Gacliardi, el mismo artista que realizó la Catedral de Módica. Pero tan espectacular como su fachada, es de noche la cúpula iluminada de azul, que para apreciarla hay que rodearla y subir a la parte alta de Ibla para verla.
Ibla, para entendernos, y para los que lleguen allí por primera vez es la antigua Hyblea Heraia dei siculi che dominaba el valle del Irminio, y es la parte más turística, a la que acuden quienes apenas van a ver esta ciudad por un día. Sin embargo, Ragusa, tiene otra parte igual de interesante del lado oeste, separada por un tajo que es la carretera, y que se yergue igual de majestuosa y que es lo que se conoce como el Casco Antiguo. Esta parte, que yo no conocía, es acaso la parte más pueblerina pero es más auténtica. Mantiene esa impronta de tonos ocres, de casas armónicamente deterioradas, y está dominada también por otra Catedral, la de San Giovanni. Otra imponente muestra barroca, con plaza alta al frente con una escalinata que desciende a la Plaza homónima. La visité un domingo, y allí podías hacerte una idea de sus costumbres provinciales: Boy Scouts que salían de misa, dentro de la catedral había un entierro, y paralelamente se celebraba al aire libre un desfile de modelos de niños.
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| Calle Ecce Homo de Ragusa Centro |
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| Uno de los tantos ejemplos de arquitectura barroca |
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| La vista de mi habitación del Villa del Lauro |
La Maleta de Constanza tuvo la suerte de ser invitada a pasar una noche en un Hotel de Charme, en ese parte de la ciudad , llamado Villa del Lauro, y pudimos disfrutar de las comodidades de estar en medio de la ciudad en un ambiente de Lujo y Confort.
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| Uno de los hoteles con más encanto del Centro Histórico |
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