TURISMO MASOQUISTA o "VIVENCIAL" EN MÉXICO
5/28/2012 07:53:00 a. m.
Al dar por azar con la experiencia de turismo masoquista del post anterior referido al Hotel-Cárcel en Letonia, seguí investigando, y me encontré que en la frontera entre México y Estados Unidos, hay una agencia organizando algo parecido, y que también podría incluirse en el denominado TURISMO EXTREMO, o TURISMO MASOQUISTA, como le he denominado yo. En este caso el servicio que procuran es hacerte sentir como un inmigrante del sur del Río Bravo y sentir en tus propias carnes lo humillante que puede ser querer pasar al mundo de los países "desarrollados".
En el poblado El Alberto , en Hidalgo, a 1000 km del Río Bravo, tierra de paso de inmigrantes y a la vez tierra de migrantes, tuvieron un día la iniciativa de construir una pequeña instalación para turistas que llegaban allí a vivir turismo de aventura deportiva. Viendo el afán que tienen los "gringos" por las experiencias de riesgo, a algunos se les ocurrió reproducir a modo de teatro el terror que experimentan los lugareños al intentar cruzar la frontera con Estados Unidos.
"Hey we know you are there", is better you surrender" les pueden gritar a los "gringos" que pagan 250 pesos mexicanos para hacer de cazador cazado. Pero de hecho es una inciativa que está teniendo mucho éxito y logrando que la aldea El Alberto en el poblado de Ixmiquilpan esté comenzando a desarrollarse con pequeñas iniciativas de negocios de souvenir o bares.
La aventura comienza cuando tres camiones llegan allí a las ocho de la noche, y cargan a los turistas vestidos de espaldas mojadas, para vivir en la propia carne los riesgos y humillaciones que pasan los latinoamericanos que quieren buscarse una vida mejor en USA.
Los llevan por caminos tortuosos hasta la montaña, con intermitentes interrupciones de "Border Patrols" de mentira , que les muestran las visicitudes que pasan los verdaderos inmigrantes ilegales que van subiendo hasta la frontera del Río Bravo. Incluso hay una escenificación del papel del "pollero", o sea el traficante de personas, que les cobra a éstos por su protección.
La teatralidad de la experiencia se hizo tan famosa, que la prensa estadounidense advirtió de que el sitio se hubiera convertido en un campo de entrenamiento para cruzar la frontera.......Me está pasando como con el Hotel-Cárcel de Letonia, no pagaría por hacer la experiencia pero me ha dado una gran curiosidad periodística de ir a verlo. Parece increíble que haya gente que le vaya tanto la marcha.
En el poblado El Alberto , en Hidalgo, a 1000 km del Río Bravo, tierra de paso de inmigrantes y a la vez tierra de migrantes, tuvieron un día la iniciativa de construir una pequeña instalación para turistas que llegaban allí a vivir turismo de aventura deportiva. Viendo el afán que tienen los "gringos" por las experiencias de riesgo, a algunos se les ocurrió reproducir a modo de teatro el terror que experimentan los lugareños al intentar cruzar la frontera con Estados Unidos.
"Hey we know you are there", is better you surrender" les pueden gritar a los "gringos" que pagan 250 pesos mexicanos para hacer de cazador cazado. Pero de hecho es una inciativa que está teniendo mucho éxito y logrando que la aldea El Alberto en el poblado de Ixmiquilpan esté comenzando a desarrollarse con pequeñas iniciativas de negocios de souvenir o bares.
La aventura comienza cuando tres camiones llegan allí a las ocho de la noche, y cargan a los turistas vestidos de espaldas mojadas, para vivir en la propia carne los riesgos y humillaciones que pasan los latinoamericanos que quieren buscarse una vida mejor en USA.
Los llevan por caminos tortuosos hasta la montaña, con intermitentes interrupciones de "Border Patrols" de mentira , que les muestran las visicitudes que pasan los verdaderos inmigrantes ilegales que van subiendo hasta la frontera del Río Bravo. Incluso hay una escenificación del papel del "pollero", o sea el traficante de personas, que les cobra a éstos por su protección.
La teatralidad de la experiencia se hizo tan famosa, que la prensa estadounidense advirtió de que el sitio se hubiera convertido en un campo de entrenamiento para cruzar la frontera.......Me está pasando como con el Hotel-Cárcel de Letonia, no pagaría por hacer la experiencia pero me ha dado una gran curiosidad periodística de ir a verlo. Parece increíble que haya gente que le vaya tanto la marcha.
0 comentarios