Los argentinos somos famosos por el uso de la palabra y por verbalizar con fruición todo aquello que vivimos y que sentimos. Y ese don, esa virtud es lo que me vino a la cabeza en mi visita al Espacio  de la Memoria en mi reciente viaje a Buenos Aires, un centro que es un hito en el estudio y trabajo por los Derechos Humanos y a la vez un ejercicio para historiar el mayor horror que ha vivido Argentina en su historia.

El Centro de la Memoria es un predio en el Barrio de Nuñez, que fue un centro de detención , tortura y desaparición de personas durante la dictadura cívico-militar ocurrida entre 1975-83. Popularmente conocida como ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada) , el lugar era un destacamento de la Marina en plena Capital Federal, estratégicamente siutada al lado del Río de la Plata, y en una se las salidas hacia el norte.

La entrada del Centro de la Memoria

Allí, en el Casino de Oficiales es donde se tuvo detenida a las personas y donde fueron sometidas a todo tipo de aberraciones, torturas, y luego la desaparición. Y es allí donde sucede una magnífica reconversión para historiar esta tragedia y poner en palabras y en la memoria del mundo entero los recovecos más infames a los que puede llegar una ideología en su plan de aniquilación del contrario.

La instalación de la primera sala

La parte más dura de la visita: las salas de encierro de los secuestrados

La creación del Espacio, reclamo histórico de los organismos de derechos humanos, fue puesta en marcha por la decisión del entonces Presidente Néstor Kirchner y se plasmó en el Acuerdo que el 24 de marzo de 2004 suscribieron los gobiernos de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires.

En el Espacio funcionan un conjunto de instituciones que tienen como objetivos básicos preservar la memoria, promover y defender los derechos humanos y testimoniar los delitos de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado.

La visita debe comenzar por fuerza en el Casino de Oficiales, hoy llamado Centro de la Memoria. No por obligación del centro, sino porque es una impresionante vivencia para recordar lo que sucedió en Argentina en aquellos años tan negros, para luego caminar por el resto del predio y reflexionar sobre la importancia de este lugar en general.

Algo que se decía entonces para tapar lo que se decía de los argentinos  en el extranjero

Una imagen de Perón y Evita en la primera proyección

Porque luego que sales de ahí,  buscas como refresco del alma el Centro Cultural Haroldo Conti (hay exposiciones, arte, librería, cafetería) y vas pasando por distintos edificios hoy destinados a diversos organismos que defienden los Derechos Humanos,y así,  comienzas a entender la dimensión de ese lugar para el resto de la humanidad. No me cabe duda que esta apuesta fantástica del Kirchnerismo, será un lugar de referencia mundial como paradigma de recuperar la Memoria de lo que le sucede a un pueblo, y en un lugar sagrado para el estudio y la educación hacia los Derechos Humanos.

Los Derechos Humanos como temática en el Centro Cultural Haroldo Conti

Una instalación inspirada en los Ford Falcon utilizados para el secuestro de personas

Monumento homenaje a las Madres de Plaza de Mayo

RECORRIDO DE LA HISTORIA

Las visitas al antiguo Casino de Oficiales, hoy Espacio Memoria son siempre en grupo y guiadas. En el Hall de espera, ya hay un monitor, que te va dando pautas políticas y refrescando los procesos democráticos que han permitido que esto sea posible.

El Horror comienza en la primera sala, donde entras, está vacía, te puedes tirar al piso, y comienza una emisión en vídeo proyectada en las paredes a tamaño instalación, que te mete de lleno en aquellos años de terror. Basta ver cualquier aparición del General Videla para comenzar a recordar la historiografía del terror. A partir de ahí se sube a ver los espacios de detención, en los que no voy a ahondar (basta ver las fotos) donde sucedió todo. La musealización de lo ocurrido es, de todas formas, una magnifica inmersión en el hecho histórico, muchas veces tapado a los argentinos, y que muchas veces, incluso, los humanos no hemos querido creer de que haya habido tanta barbarie.

Los monitores en el Hall de espera antes de iniciar la visita

El tremendo recuerdo de Videla al inicio de la instalación

La muestra acaba, en otra magnífica instalación de vídeo , que sucede en el antiguo comedor de los oficiales, y que reseña el recorrido de los procesos judiciales a los militares condenados, o en vía de condena aún. Como contrapunto, se visita también, la vivienda de los jefes de la ESMA, que convivían tan ricamente en ese espacio abominable.

El recuerdo de Astiz, uno de los principales autores del exterminio

La parte más dura de la visita: los espacios de acinamiento de los detenidos

Conviene llamar para consultar los horarios de las visitas al 4-704 7538. Duran aproximadamente 3 horas, suceden de martes a domingo  y son gratuitas.