Lamentablemente los humanos no solemos disfrutar lo que tenemos cerca: llevo 17 años viviendo en Sevilla Capital, y últimamente casi no aprovechaba las lindezas de su provincia, tan rica en patrimonio cultural, natural y humano. Algo opacada por la ciudad madre, reina y señora del territorio, la provincia, para promocionarse, debe alzar la voz más alta que la de la capital para demostrar que también existe.

En eso está empeñado PRODETUR, un organismo público , dependiente de la Diputación de Sevilla, cuya finalidad es promover la actividad económica y turística de la provincia a través de diferentes acciones.

Una de ellas es la promoción y apoyo a los gestores públicos y privados del sector, que luchan día a día para buscarse un hueco en este mercado tan segmentado, y en el caso de Sevilla, tan monopolizado por la capital. A la vez, deben mover la inercia de unos ciudadanos, los sevillanos, quienes absolutamente cautivados por la belleza de su ciudad, difícilmente se muevan de sus calles y de su entorno para disfrutar todo lo que tienen a dos pasos de casa.

Porque convengamos que el cliente más próximo e interesante que tiene la provincia son los aproximadamente un millón de habitantes de la capital hispalense y su extrarradio. Son ellos los que están a tiro de piedra de un montón de oferta de patrimonio, turismo de naturaleza y gastronómico que, a veces , justamente por cercano, pareciera interesar menos.

Dentro de ese plan de expandir la onda de comunicación de la Provincia, participé recientemente de un Blogtrip dedicado a llamar la atención sobre tantísimas actividades, curiosidades, y emprendimientos  que enriquecen o que florecen al lado de un extensísimo y riquísimo patrimonio.

De este modo, curioso me metí en un viaje extraordinario a pocos kilómetros de mi casa, con la extraña sensación de estar lejos, y descubrir o re-descubrir cosas que no conocía.

Por empezar nos alojamos en Benacazón, en pleno corazón del Aljarafe, en el antiguo hotel Andalusí Park, recientemente adquirido por el Grupo Abades que está dándole no sólo un lavado de cara sino también replanteando su recomercialización y reposicionamiento en el mercado.

Este establecimiento , algo antiguo y algo kitsch, está en la carretera A49, que comunica Sevilla con Huelva, en el km 16, fue construido y regenteado por un grupo de constructores desde hace más de veinte años y  llegado el momento de la crisis no quiso o no supo seguir gestionándolo y lo cedió por 20 años al prestigioso grupo hostelero granadino. Llegaba el momento de renovar mobiliario, imagen, posicionamiento en el mercado, y sobre todo, de desembolsar dinero para el mantenimiento.

Desde abril de este año, el grupo ABADES está abocado a darle un nuevo look a todas las habitaciones, a renovar las áreas de spa, piscina y de reuniones, y por supuesto a dotarlo de todos los avances de las nuevas tecnologías para los congresos y eventos corporativos. A la vez, brindan su experiencia culinaria y de catering a los encuentros sociales que allí se celebran , fundamentalmente , las tan consabidas BBCs.

Todo esto llevado adelante con conocimiento de causa por la sabia, experta, y simpática directora de marketing, Carmen Pérez, con quien visitamos el hotel. Carm lleva mucho tiempo al mando de la comercialización del hotel, y no parece hacerlo mal, el día que llegamos  sus 200 habitaciones estaban completas.

El hotel tiene en los mayoristas turísticos su mayor proveedor de clientes, luego, obviamente los buscadores on line, y además realiza distintas acciones de comercialización de paquetes con Isla Mágica, y con algunos actores locales, como son los chicos de www.gloobo.es , una empresa que hace paseos en Globo por el Aljarafe, y que usan el hotel como punto de partida de los clientes, y como fin de fiesta de la aventura.

VOLAR EN GLOBO EN SEVILLA

La primera mañana del Blogtrip era la que prometía más adrenalina, ya que nos levantarían por los aires sobre los campos del Aljarafe dentro de la canasta de un globo  de la empresa Gloobo. Teníamos que estar listos para salir a las 6 ya que los vuelos propulsados por aire caliente han de hacerse temprano ya que la temperatura exterior debe ser bastante inferior a la del interior del balón.

En la entrada del hotel nos esperaba el joven "team" de Gloobo, unos emprendedores de pro, que llevan adelante este proyecto empresarial con tesón, creatividad y mucha profesionalidad. Tienen su base operativa en Benacazón, y según las condiciones climáticas realizan los vuelos desde distintos campos, pudiendo volar por encima del corredor verde del Guadiamar pero se animan hasta el mismísimo Parque Natural de Doñana, del que nos encontramos prácticamente a las puertas.

En este caso, partimos del hotel los bloggers y los chicos de la empresa, dos de los cuales estarían  a bordo, y un par se queda en tierra siguiendo desde una camioneta el recorrido del globo para luego recogernos. Luego de una hora y pico de estar por los aires, pasamos al que ellos llaman el "aporrizaje" que en este caso se realizó sobre un campo de cultivo de patatas. Luego nos llevaron al hotel para un suculento desayuno y una ceremonia de bautismo para los que habíamos realizado el viaje por primera vez.