Es mi elegido de la Semana porque estaba esperando a que relanzaran este Hotel que lleva siendo una referencia  de Sevilla desde hace más de 20 años. Ya está casi a punto para comenzar la tempora y luego de 6 meses de cautas reformas, la cadena Fontecruz le está imponiendo su estilo y su buenhacer.

Así es que ahora se llama Los Seises by Fontecruz, y con este hotel la enseña suma siete, seis en España y uno en Lisboa. Pero lo más interesante es que en este caso parece ser una ampliación del que ya tienen a pocos pasos, o sea del de la calle Abades. Porque no sólo comparten director, sino que por ahora comparten chef de cocina, y aprovecharán las sinergías en todo de tan cómoda cercanía.

No me cabe duda de que esta fuerza conjunta será la que lleve a este hotel a ser lo que fue en una época. Recuerdo cuando decir Los Seises en Sevilla era decir "lo más" "lo más chic" , es decir , donde ocurrían los eventos de clase. Todo está "aggiornándose" para ello. Infraestructura no le falta, y ahora suman el aporte de unos hoteleros ya consolidados en la ciudad.

El hotel tiene un diseño raro, de hecho no fue concebido para estos fines, sino que es el tercer patio del Palacio Arzobispal que tiene su fachada frente a la catedral. Hubo un momento, a principios de los 90 que esa institución eclesiástica decidió sacarle más partido a tan bien situado inmueble, y subalquiló esa parte trasera para convertirla en Hotel. Se hizo cargo una empresa llamada Patio de Banderas, y luego de 10 años fue la cadena Husa la que llevó las riendas del alojamiento, cediendo la hostelería al grupo La Raza.

El Edificio es del siglo XVII, y a lo largo de sus instalaciones puedes tropezar con restos arqueológicos y arquitectónicos que existían antes de que fuera palacio Arzobispal. Hay también antigüedades de gran valor como el escudo del Arzobispo Gonzalo de Mena, y una loggia de columnas de mármol y capiteles de castañuelas que se disfrutan desde el bar del Lobby.

Hay 42 habitaciones, algunas en suite, y desde algunas se puede apreciar la Giralda desde la ventana. Pero lo más espectacular de este Hotel es sin duda la estupenda terraza con piscina desde donde las vistas a la Catedral son impagables. No hay habitat ni decorado que pueda con este énclave, y es sin duda su pieza fuerte. Allí se instalará el Restaurant y allí seguirá funcionando el bar que pueden disfrutar también clientes que no estén alojados en el Hotel. Del mismo modo el bar del lobby está abierto a todo el mundo y tiene una entrada por la calle Don Remondo.