La vida a veces te lleva por caminos insospechados. Nunca pensé que un verano La Maleta de Constanza fuera a posarse en Fuengirola, pero las vueltas del destino y la búsqueda de un espacio permanente para mí en la Costa del Sol han hecho que mis huesos tengan las suerte de reposar en estos lares.

Como sabeís, estoy en un paréntesis con el pie "estropeaíllo", con una "nana" que no se cura tan rápido como quería, pero tengo la suerte de que me han prestado una estupenda casa para cuidarla y sobre todo atender y alimentar dos GATOS FANTASTICOS. Entonces me ha tocado experimentar la Fuengirola pasiva, la que pueden vivir tantas y tantas personas con movilidad reducida, como en efecto hacen tantos ancianos del norte de Europa.

Me muevo con mi Super Scooter YE YE, bajo al centro todos los días con mi 4 Ruedas Uniplaza, y experimento las sensaciones de andar lento por la vida y observar cómo es el mundo de los que tienen la Movilidad a Tope.

La casa está en la carretera de Mijas , por lo cual, no estoy en la parte llana, que es la del centro de la ciudad. Debo bajar cerca de 1km , atravesar por lo alto la N340, y así llegar al centro propiamente dicho, y a las playas.

Fuengirola Playa

Con mi Scooter Ye Ye en la Playa

La primera apreciación es que como toda zona donde los coches son indispensables y donde para ir de un núcleo urbano a otro debes por fuerza ir motorizado, los automóviles son los reyes y señores: NO SE DETIENEN ANTE LAS LINEAS PEATONALES, y al igual que en Italia corres el riesgo de ser ATROPELLADO. Y cuando pasan, miras a tu posible asesino, y ves que las nacionalidades no perdonan, también hay mucho rubio del norte, de países educados, que se saltan los STOPS y las líneas PEATONALES.