Hay hoteles que aportan mucho a la ciudad en la que habitan. No sólo porque son un plus en la oferta turística, sino también porque brindan contenido a los ciudadanos locales. Es el caso de los hoteles de cadenas americanas en ciudades de América Latina, en las que son una especie de referencia donde hacer citas de negocios o con amigos, o donde los mismos hoteles son "agitadores" de actividades o encuentros.
El Hotel Hilton de Buenos Aires no solamente cumple esos parámetros , sino que además debiera ser una atracción en sí misma por las características arquitectónicas del edificio, diseñado por Mario Roberto Álvarez. Situado en la moderna zona de Puerto Madero, un territorio ganado al río y que no tiene más de 20 años de antigüedad, este emblemático establecimiento es una atracción que llama la atención apenas se cruza cualquiera de los puentes que llevan a esta zona.
Turisticamente tiene una ubicación estratégica: a dos pasos de la Plaza de Mayo, y del centro propiamente dicho, es también un lugar muy cómodo desde donde dirigirse a todos los puntos de interés de Buenos Aires: San Telmo, La Boca, Recoleta. A su vez, el cliente de negocios, se puede dirigir caminando a la City, lo que en la capital porteña llamamos el microcentro, es decir , la zona de bancos y empresas.
El impacto arquitectónico al entrar es brutal: concebido como un hiperlobby , el ingreso al hotel es ya una experiencia en sí, ya que adquieres una sensación espacial que te lleva automáticamente a mirar para arriba. En ese lugar confluyen en forma de U todos los pasillos de las habitaciones a través de una balconada que mira al espacio central. Vayas donde vayas estarás estimulado por esa sensación espacial, y habrás de querer asomarte a esos balcones que te vuelven a volcar a ese gran lugar , que además ahora adquiere una dimensión singular con la acertadísima instalación del artista , que no puede describirse mejor que en las fotos:
En este gran living, suceden infinidad de cosas: casi escondidos están los mostradores de recepción y conserjería, y todo el protagonismo se lo lleva el extraordinario bar que invita a quedarse ya que desde él puedes disfrutar de este singular espacio. Es un bar abierto a clientes externos al hotel, y los precios son normales: un Gin Tonic te puede costar entre 7 y 10 U$. También se puede comer en base a una carta Snack y desde luego se pasa un rato muy especial.
Desde este gran Lobby se accede en principio a una pequeña tiendita de delicatessen ad hoc (impresionantes los merengues) , y al comedor que al mediodía pude disfrutar de un buffete con el director de marketing del hotel. Comimos con Mariano Cannelo, Gerente de Ventas y Marketing del Hotel, un exquisito y variado menú de cocina internacional, pero por supuesto con toques locales, como puede ser la carne, y los postres con dulce de leche.
De ahí nos fuimos a conocer el gran centro de convenciones, el más grande de Buenos Aires, y que tiene la virtud, de estar anexo al edificio central, y de ese modo no entorpece el ritmo y el ambiente del Hotel. El día de mi visita había un gran congreso médico, y en las áreas comunes prácticamente no te dabas cuenta de la gran afluencia de público que aquello significaba.
Otra de las grandes sensaciones del hotel, exquisitamente pensadas es subir por los ascensores, transparentes, posicionados hacia ese gran lobby, por lo cual subir y bajar se convierte en una experiencia en si misma, que habras de querer repetir una y otra vez con "la ñata contra el vidrio".
Asi es que subimos y accedemos a esos pasillos que en forma de U nos llevan a las habitaciones. La disposición del hotel hace que podamos elegir entre aquellas que miran a la ría y que nos da la panorámica del centro de Buenos Aires, y aquellas que miran hacia la Reserva Ecológica Costanera Sur.
HABITACIONES
Asi es que subimos y accedemos a esos pasillos que en forma de U nos llevan a las habitaciones. La disposición del hotel hace que podamos elegir entre aquellas que miran a la ría y que nos da la panorámica del centro de Buenos Aires, y aquellas que miran hacia la Reserva Ecológica Costanera Sur.
HABITACIONES
Desde todas se disfruta de las espectaculares vistas que da la disposición del hotel y tienen todas luz natural. El espacio es generoso y obviamente la calidad Hilton la tenemos en las camas, que sobra decir, tienen colchones extraordinarios, lo mismo que las almohadas y las sábanas. Sus adicionales son : sillón ergonómico, amplio escritorio, caja fuerte, TV LCD de 32 pulgadas y walk-in-closet con tabla de planchar. Y el detalle del baño que podeís apreciar en la siguiente foto:
SUITES
Todas con tienen vista panorámica del horizonte de la ciudad, y dan las mismas s comodidades de las habitaciones ejecutivas al tiempo que sus usuarios tienen acceso a la sala de estar ejecutiva,
HABITACIONES EJECUTIVAS
Uno de los puntos diferenciales de este Hotel, se encuentra en su servicio al cliente de negocios, algo que la cadena Hilton sabe hacer muy bien. Para ello, las últimas plantas están destinadas a este tipo de clientes donde se puede disfrutar de la más grande sala de estar ejecutiva en la ciudad.
Aquí se hace un check in exclusivo, y los clientes de esta parte acceden a un espacio Chill Out con muy buenas vistas, en el que siempre hay a disposición de los clientes variedad de Snacks. De más está decir que el Wi Fi en esta zona es Premium y que la intimidad y la tranquilidad están garantizadas.
Desde este espacio se accede a la terraza exterior que nos lleva también a la piscina, pero para disfrutarla tendremos que volver en verano.
- 3/07/2018 03:32:00 a. m.
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