Decir Protos y decir Ribera del Duero es practicamente lo mismo y cuando vas a visitar las tierras de esa denominación de origen, no dudas que tu recorrido ha de empezar por esta bodega.
Cuando llegas al sitio , ya desde afuera tienes la sensación de encontrarte en un templo del vino de Ribera del Duero. Su énclave abajo de la montaña coronada por el castillo de Peñafiel te dan sensación de lugar sagrado. Tanto cuando caminas por los túneles de la antigua bodega , como cuando estás en la moderna construcción de Richard Rogers tienes siempre presente al Castillo.
La vista de la nueva bodega diseño de Richard Rogers |
El Castillo de Peñafiel haciendo de vigía |
Cuando llegas, no sabes por donde empezar. Lo imponente de la arquitectura vanguardista de la nueva bodega te tienta a empezar por ahí, pero no, te indican que has de ir al edifico antiguo que luego conecta con ésta a través de 2 km de túneles.
Así es que nos vamos a seguir el curso de la historia y empezamos casi por el principio, porque en realidad la bodega empezó en 1927 en otra nave sobre la carretera, que todavía se conserva. Los fundadores de Protos fueron unos visionarios, tanto es así que detentan la marca "Ribera del Duero". Fueron los primeros en captar las bondades de los suelos que corren a la vera de este legendario río ibérico, que luego de recorrer más de 800 km va a desembocar en el Atlántico, en Oporto, habiéndose convertido en Douro, y dejando a su paso tendales de viñedos.
Esta bodega lleva en su ADN la impronta de ser el primero, el "prototipo" , de ahí su nombre PROTOS y de ahí su identidad que los mantiene hoy en lo más alto de los vinos de la región y de España.
Como decíamos son los dueños de la marca-concepto de Ribera del Duero que en 1982 cedieron al Consejo Regulador de la DO para su utilización. De ésto y más detalles te vas enterando a medida que recorres los 2 kms de túneles flanqueados por 3500 barricas en las entrañas de la montaña. Las características del lugar hacen que se conserve la temperatura constante de un modo natural , en una región que tiene variaciones extremas entre noche y día y entre invierno y verano.
En 1995 se amplía la Bodega de Crianza hasta las 8.500 barricas, y unas naves para botelleros de 5.000 metros cuadrados, añadiendo a estas cifras el control total y absoluto de la calidad por ordenador, algo que los hace grandes en el panorama vinícola internacional, y clave fundamental de su éxito.
A lo largo de estos túneles laberínticos vemos la labor que se realiza día a día en la bodega. Es lo lindo de visitarla entresemana. Así nos enteramos del trajín que realizan , y sobre todo nos sorprendió saber que cada cuatro meses se vacían las barricas para proceder a su limpieza. Se crian los vinos en barricas de roble americano y francés y cabe apuntar para neófitos que en esta DO los vinos han de llevar 80 por ciento de tempranillo, varietal autóctono de la región.
´En Protos hacen vinos con uvas procedentes de viñedos propios. La vendimia se hace a mano y desde 2001 el 50 por ciento de la cosecha llega en cajas a una mesa de selección donde se escojen los racimos que estén totalmente sanos para verter a las cubas de fermentación.
LA NUEVA BODEGA
Protos se suma a la tendencia de aunar vino/bodega con arquitectura de vanguardia. Contrata así al arquitecto Richard Rogers para emprender un nuevo golpe de modernidad y construyen frente al castillo su parte más contemporánea sustentada también por la tecnología más avanzada. A ésta se llega al final del recorrido por los túneles, y la visita termina aquí con una cata de tres vinos, comenzando por su Verdejo producido en Rueda, y terminando con un Crianza 2013 mientras tienes desde la barra una sugestiva vista al castillo.
- 11/09/2017 01:49:00 a. m.
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