Uno de los alicientes de este Hotel es subir todas las mañanas a Cimadevilla a encontrarnos con Chillida
No hay otro Hotel donde quisiera estar. Tal vez porque me gustan los hoteles con causa o con contenido, el Hotel La Casona de Jovellanos ha sido una justa elección para mi estancia en Gijón. Porque podríamos decir que está ubicado en una especie de ombligo de la ciudad, en un punto neurálgico en el que la villa se divide en dos, y simultáneamente, es el punto de partida para subir a Cimadevilla.
A la vez , está en una de las plazas más encantadoras, desde la que puedes espiar el mar hacia un lado, y en la que te sientes arropada por la historia de uno de los personajes más ilustres e ilustrados de Asturias como era Melchor Gaspar de Jovellanos, y que disparará tu interés por la historia de la ciudad.
El Hotel frente a la casa natal de Jovellanos, y en la finca que fue sede del Real Instituto Náutico y de Mineralogía fundado por este intelectual dieciochezco en 1794 , un hombre absolutamente involucrado en el devenir de su tierra, y en rescatar y poner en valor su riqueza. En esa plaza puedes profundizar sobre la vida de este particular personaje, volcado a estudios humanísticos, de leyes, pero sabía hasta de sistemas de regadíos y de logística de comunicación ( fue el impulsor de la carretera Gijón-León). También fue poeta, escritor y sobre todo político que vivió las viscicitudes del Despotismo Ilustrado.
Nuestro Hotel de la semana, en el siglo XXI, tiene el encanto de ser un hotel familiar, un hotel donde llegas y charlas con los dueños, donde te ponen la última copa de la noche en su bar mientras charlas de lo divino y de lo humano. Es un hotel chico, pero con encanto, y tiene una terraza maravillosa que invita a la primera sidra de la noche, y a los platos que te sirve la señora Julia con amor de madre.
Te cuento un poquito más sobre la ciudad de este Hotel en Gijón es......... .
Una de las mejores formas de conocerla es a través de esta excelente propuesta sobre ruedas de Trixixon .
No hay otro Hotel donde quisiera estar. Tal vez porque me gustan los hoteles con causa o con contenido, el Hotel La Casona de Jovellanos ha sido una justa elección para mi estancia en Gijón. Porque podríamos decir que está ubicado en una especie de ombligo de la ciudad, en un punto neurálgico en el que la villa se divide en dos, y simultáneamente, es el punto de partida para subir a Cimadevilla.
A la vez , está en una de las plazas más encantadoras, desde la que puedes espiar el mar hacia un lado, y en la que te sientes arropada por la historia de uno de los personajes más ilustres e ilustrados de Asturias como era Melchor Gaspar de Jovellanos, y que disparará tu interés por la historia de la ciudad.
El Hotel frente a la casa natal de Jovellanos, y en la finca que fue sede del Real Instituto Náutico y de Mineralogía fundado por este intelectual dieciochezco en 1794 , un hombre absolutamente involucrado en el devenir de su tierra, y en rescatar y poner en valor su riqueza. En esa plaza puedes profundizar sobre la vida de este particular personaje, volcado a estudios humanísticos, de leyes, pero sabía hasta de sistemas de regadíos y de logística de comunicación ( fue el impulsor de la carretera Gijón-León). También fue poeta, escritor y sobre todo político que vivió las viscicitudes del Despotismo Ilustrado.
Nuestro Hotel de la semana, en el siglo XXI, tiene el encanto de ser un hotel familiar, un hotel donde llegas y charlas con los dueños, donde te ponen la última copa de la noche en su bar mientras charlas de lo divino y de lo humano. Es un hotel chico, pero con encanto, y tiene una terraza maravillosa que invita a la primera sidra de la noche, y a los platos que te sirve la señora Julia con amor de madre.
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Una de las mejores formas de conocerla es a través de esta excelente propuesta sobre ruedas de Trixixon .
- 8/25/2014 02:50:00 a. m.
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